Rebeca, de 35 años, y Luisa, de 70, buscan sin saberlo una segunda oportunidad tras unas vidas marcadas por el dolor. Él se presenta como Gus a una y como Leo a la otra: encantador, sensible, el "hombre perfecto". Pero todo fue una farsa: desaparece con sus ahorros y esperanzas. No son sus primeras víctimas y quizá no sean las últimas.