La amena charla que Roberto sostenía con Luciana pronto se volvió incómoda al enterarse de que la psicóloga es ahijada de Enrique Ferrer y casi hermana de Adrián, a quienes investiga por el atropellamiento de dos jóvenes. Enterado del lazo familiar que Luciana guarda con Enrique y los Ferrer, Roberto le reclamó a su aún esposa por no contárselo.