Lucrecia cachetea a Victoria por meterse con su hombre, pero Victoria no le permite ofenderla, armando un tremendo escándalo frente a todos en la fiesta de Valente. Deborah aconseja a Lucrecia que cobre venganza contra Victoria por semejante humillación. Alejandro intenta explicarle a Victoria el estado de su relación con Lucrecia y le pide otra oportunidad. Alejandro le ruega desesperadamente a su madre por una señal que le ayude a decidir sobre su vida.